24 de Febrero de 2011 |
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Versión estenográfica de las palabras del doctor José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Salud Federal, al presidir la Ceremonia de Inauguración de la Consulta Regional de Alto Nivel de las Américas, contra las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y la Obesidad, acto realizado esta mañana en el Hotel St Regis, “Salones Ástor A, B y C. |
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Muy buenos días a todas y a todos quienes nos acompañan el día de hoy. Realmente nos sentimos muy honrados con la presencia de todos nuestros compañeros y compañeras de los Ministerios de Salud de América y de otras partes del mundo. Quisiera expresarles una disculpa. El día de hoy es 24 de febrero, es un día muy importante para nuestro país. Se celebra el Día de la Bandera, y justo tuvimos un evento con el Señor Presidente y con todo el Gabinete. Por ello, la causa de nuestro retraso. Sean todos bienvenidos. Repto:Es un privilegio para nosotros tenerlos en nuestro país, para trabajar de manera conjunta y llevar a cabo esta importante y estratégica Consulta Regional contra las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y la Obesidad. Considerando la complejidad de estos temas de salud pública, estamos convencidos de la necesidad de generar una visión integral e intersectorial, que facilite el análisis, diseño y ejecución de las medidas encaminadas a la promoción y mejoramiento de la salud, priorizando la inclusión de las determinantes sociales en las políticas públicas y tomando los factores preventivos en las iniciativas de desarrollo global. Tenemos grandes retos y buenas estrategias para enfrentarlos. Comenzaré enumerando los retos: El primero, es que las enfermedades crónicas no transmisibles y la obesidad, constituyen una de las principales causas de enfermedad y mortalidad en el mundo, y continúan avanzando en los países en vías de desarrollo, afectando a casi dos terceras partes de la población mundial. México se encuentra actualmente en un estado avanzado de transición epidemiológica, con la carga de morbilidad, discapacidad y mortalidad ocasionada por las enfermedades no transmisibles, ya que la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculares se mantienen en los primeros lugares de mortalidad en los últimos años. Muchos de estos padecimientos tienen causa y factores de riesgo. Por ejemplo, el sobrepeso y la obesidad. En México, cerca del 90 por ciento de los casos de diabetes son atribuibles a esta condición. El segundo reto, es la velocidad con que estas enfermedades están incidiendo en la población mundial. Como ejemplo, en 1960 las enfermedades crónicas no transmisibles representaban sólo el siete por ciento del total de las causas de defunción y actualmente rebasan el 70 por ciento. En el mundo, las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de muerte. Ochenta por ciento de ellas podrían ser prevenibles, con estilos de vida más saludables. En México, por ejemplo, de 1980 a la fecha, la prevalencia de obesidad y sobrepeso se ha triplicado en adultos y desafortunadamente va también en aumento en la población infantil mexicana. El tercer reto, es que los servicios de salud en nuestros países no estaban lo suficientemente preparados ni económica, ni con la infraestructura, para enfrentar los desafíos que implica prevenir, atender y controlar este tipo de enfermedades de una forma contundente y sustentable bajo un enfoque global que aglutine a todos los sectores de la sociedad, más allá de las acciones que los Ministerios de Salud realizamos. Tenemos algunas buenas estrategias para enfrentarlos: La primera, conocedores que gran parte de las enfermedades crónicas no transmisibles son prevenibles;hemos roto dogmas de atención y prevención, como en el caso del cáncer, para lograr que no necesariamente sea mortal, o bien, que la diabetes y la hipertensión arterial retarden sus secuelas. En fin, la palabra clave es prevenir para tener una población saludable, con medidas de intervención exitosas en salud pública, para mantener sano al sano, adoptando estilos de vida de alta calidad, que impacten en la carga de la enfermedad y que en su mayoría resultan de comportamientos saludables, como es el ejercicio;evitar el tabaquismo, el alcoholismo, el consumo de sodio, los alimentos procesados y de bajo nivel nutricional, o el estrés psicosocial, entre otros. La segunda estrategia:El conocimiento de cómo prevenirlas, atenderlas y controlarlas. Sabemos de la necesidad de realizar intervenciones universales de prevención y también focalizadas a grupos de riesgo. De la importancia de la educación y la comunicación permanente, para entenderlas, detectarlas y tratarlas oportunamente, así como para orientar a las familias y a la población en general, para lograr cambios significativos en las conductas, hacia una alimentación saludable y hacia la activación física. De lo imprescindible de contar con gruías de práctica clínica sustentadas en la evidencia científica, para garantizar la seguridad y eficacia de los tratamientos. De apoyar la capacitación y la profesionalización del personal médico, para que brinde una atención con calidad y calidez, como el de contar con las unidades médicas suficientes para trata y manejar de forma adecuada estas enfermedades. En fin, de invertir en investigación para estar a la vanguardia en esta materia. La tercera estrategia:Los sectores Público, Social y Privado, ya están sensibilizados y se están convirtiendo en valiosos aliados de los gobiernos, para apoyar en este tema. En la medida en que tomemos conciencia de los costos económicos y sociales que representan estas enfermedades, para el desarrollo y crecimiento de los países, podremos promover más alternativas dentro y fuera del Sector Salud, para mejorar la calidad de vida de nuestras poblaciones. México instaló el Consejo Nacional de Prevención y Control de Enfermedades Crónicas, que mediante la participación de diferentes instituciones gubernamentales, aborda las esferas de prevención desde los diferentes ámbitos de las mismas. Asimismo, suscribió, con 15 dependencias públicas y cinco organismos empresariales, el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad, que entre otras acciones prevé mejorar la oferta y acceso de alimentos y bebidas favorables para la salud, así como promover la práctica regular de la actividad física. Hemos impulsado también un nuevo modelo demostrativo de unidades médicas especializadas, que abordan el sobrepeso y la obesidad de forma multidisciplinaria, con gran impacto en la población. Todos los países han diseñado e instrumentado acciones para prevenir, atender y controlar las enfermedades crónicas no transmisibles y la obesidad. Muchas de ellas están dando resultados, lo que convierte en prácticas exitosas e instrumentos que pueden replicarse y contribuir en otros países. Por ello son tan importantes estos espacios, ya que nos permiten avanzar en el conocimiento, reflexión y retroalimentación de lo que estamos haciendo, por medio del diálogo e intercambio generoso de experiencias, lo que identificará las fortalezas y debilidades en la materia y reflejará la responsabilidad de la región en los asuntos de salud pública internacional que demandan acciones conjuntas. Y qué mejor que con el acompañamiento y apoyo de la Organización Mundial de la Salud;de la Organización Panamericana de la Salud, para que nuestros compromisos puedan traducirse en políticas públicas, orientadas a la prevención y control de las enfermedades crónicas no transmisibles. Les agradecemos su participación, al igual que el de otras instituciones y organismos internacionales, incluyendo la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, quien ha trabajado, junto con la Organización Mundial de la Salud, para evaluar la política pública en materia de obesidad y sobrepeso. La definición del posicionamiento regional de nuestro Continente, debe llevarnos a sentar las bases para una estrategia intersectorial de largo plazo y contar con elementos que deriven de una postura sólida como región, para enriquecer la Reunión de Alto Nivel, de la Asamblea General sobre la Prevención y Control de las Enfermedades no Transmisibles, en septiembre próximo, en la Organización de las Naciones Unidas. Quiero, finalmente, hacer referencia a John Rayle, cuya historia es espectacular, ya que se trataba de un distinguido profesor británico de medicina que había dimitido de Profesor Regius en la Universidad de Cambridge, siendo uno de los clínicos más destacados en Inglaterra. Dejó la medicina clínica para trabajar en la medicina social, con una visión global, y quien en su disertación sobre prevención o curación en 1948 pronosticaba que en años futuros se pudieran cambiar las preguntas, de:¿Cuál es el tratamiento?¿A cuáles son las causas?Las respuestas ya las tenemos y las venimos a compartir. Su segunda pregunta, era:¿Y si es evitable, entonces por qué no ha sido evitada?Ene este camino estamos y por eso hoy estamos aquí para incidir en las políticas públicas y en el desarrollo global. Los exhorto a que sigamos trabajando juntos y a contribuir de manera coordinada y decidida con nuestro posicionamiento a enfrentar los retos y desafíos que representan estas enfermedades en la población mundial. Sean todos muy bienvenidos a esta su casa:¡México! Muchas gracias. Y, si me lo permiten, siendo las nueve de la mañana con cincuenta minutos, de hoy, 24 de febrero del 2011, declaro formalmente inaugurado el inicio de las actividades de la Consulta Regional de Alto Nivel de las Américas contra las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y la Obesidad, deseando que las discusiones de los diversos paneles deriven en el cumplimiento de los objetivos de este gran evento. ¡Enhorabuena!Y muchas felicidades.
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