Muchas gracias, buenos días a todas y a todas,

Nuevamente agradecemos a los médicos, a las queridas enfermeras y al director de este querido hospital la hospitalidad, que como siempre nos brindan, es un honor estar en esta que ha sido una de las grandes catedrales de la medicina mexicana.

Agradezco al doctor Félix Tamayo de la Cuesta, presidente de la Asociación Mexicana de Gastroenterología tener la oportunidad de estar presente y dirigirme a ustedes,

Al maestro doctor, Jorge Elías Dib, presidente de la Academia Mexicana de Cirugía

Y a todos los maestros, ex presidentes de esta gran Asociación, miembros del presidium  y a todos ustedes estimados amigos, colegas médicos.

Resulta verdaderamente trascendente y un privilegio el poder hacer un recuento como magistralmente lo ha hecho el doctor Humberto Hurtado Andrade de toda la trayectoria y lo que significa para México y para la Asociación todos los eventos que se han desarrollado gracias a la labor y el compromiso de cada uno de los médicos y médicas que forman parte o van formando parte de esta gran Asociación.

75 años se dice muy rápido como se dice rápido 200 años de celebración de ser independientes, o 100 años de la Revolución o 105 años de este Hospital General.

Sin duda las asociaciones médicas, los colegios médicos, las sociedades médicas y las academias han sido el potente motor que han impulsado la calidad de la medicina mexicana, porque ha trabajado y ha logrado en lo más importante que tenemos en el sistema de salud, que es el personal de salud, un progreso verdaderamente inimaginable, porque ha permitido proyectar a la medicina mexicana en todos los niveles nacionales e internacionales con un reconocimiento que cada día se denota más, se demuestra más, y en donde el papel de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, de la cual yo he tenido el privilegio de formar parte desde hace más de 30 años, ha sido un papel muy destacado.

Creo que esta como mi primera Asociación de la que formo parte, nos ha enseñado muchísimas cosas a través de sus miembros, primero la generosidad, la generosidad que se transmite a través de los profesores, los compañeros, que año tras año y ahora cada vez más frecuentemente, puesto que los eventos se multiplican, dan de sí lo más preciado que es el conocimiento, en donde se genera verdaderamente una competencia positiva para tratar de ser el mejor maestro, de entregar lo mejor para que los alumnos se vayan desarrollando.

Y ese espíritu permea a todos los departamentos de Gastroenterología que existen en los hospitales públicos y privados de México y hemos visto cómo en cada uno de ellos han nacido escuelas que se han ido replicando y hasta la fecha siguen generando grandes especialistas que son, insisto, un sólido sostén para la medicina mexicana.

El modelo de los grandes maestros, del maestro Abraham Ayala González, sin duda, durante varias generaciones en este gran Hospital General de México se han ido replicando, y de otros maestros como el doctor Zubirán, como Aquilino Villanueva, como Pedro Ramos, como Bernardo Sepúlveda, y sería muy larga la historia mencionar, ya se han presentado las fotografías de muchos de ellos, que han permitido no sólo que la gastroenterología en general haya crecido, sino generar otras subespecialidades que también ahora gozan de un reconocimiento internacional, como es la hepatología como es la endoscopia digestiva, como son los estudios de motilidad del aparato digestivo o el área del aparato digestivo, o la misma cirugía del aparato digestivo.

Decía grandes virtudes demostradas por los maestros y por todos los que hemos tratado de emularlos de alguna manera y tratar de compartir y de replicar esta que es ahora una obligación para los que tenemos la oportunidad de tener un puesto de dirección.

Pero otras virtudes más que permiten aflorar la esencia del ser humano, como es la paternidad, dentro de esta gran asociación, si hay algo más en particular que la distingue es ese espíritu de amistad y de fraternidad que se cultiva día a día y en cada uno de los eventos.

No solamente es la parte académica, es la parte de cercanía y de amistad, y no es solamente la parte de nosotros los médicos y de las médicas, sino también de las familias lo que va generando dentro de la sociedad un tejido muy sólido, muy valioso porque se fortalece precisamente con los valores fundamentales.

Esta Asociación Mexicana de gastroenterología, que ha provisto a nuestro país y al mundo de grandes investigaciones, de grandes investigadores, de desarrollos tecnológicos que nos deben de hacer sentir cada día más orgullosos y con una pertinencia que dentro de la realidad epidemiológica que vive nuestro país, cada día resulta más importante.

Porque si hablamos del primer factor de las causas de muerte en el país, como es la obesidad, también el aparato digestivo se ve afectado de manera importante, y día con día vemos el interés y el impulso que se le da a los problemas del hígado graso que anteriormente probablemente no le dábamos la misma significancia y ahora vemos el efecto deletéreo que puede tener sobre el futuro y el desarrollo de las personas.

Cuando sabemos que la cirrosis hepática por alcohol, siendo el alcohol la primera adicción que tenemos en México es la cuarta causa de muerte en los varones mexicanos, cuando reconocemos que hoy en día con lo agitado que representa nuestra vida ye l estrés al que estamos expuestos, las enfermedades psicosomáticas, y en especial las que se reflejan en el aparato digestivo, son las más frecuentes causas de consulta.

Es entonces el estudio del aparato digestivo el de la mayor congruencia y pertinencia que tenemos con las necesidades de nuestro país para poder resolver los problemas, primero de esperanza de vida, después de calidad de vida de todos los mexicanos.

Claro que para ello, aparte de tener lo esencial, que es el personal de salud, que, insisto, es la fortaleza de todo el sistema, necesitamos apoyar la infraestructura que pueda permitir ese desarrollo.

Afortunadamente cuando recordamos hace 20 años en un hospital, hace 25 un endoscopio, era cosa muy selectiva de algunos hospitales, ahora esto vemos que se replica prácticamente en todos los hospitales de segundo nivel para arriba.

Cuando veíamos con asombro y hasta con envidia las salas de cirugía laparoscópicas que podíamos observar en los grandes congresos internacionales, ahora vemos que es una realidad en nuestros quirófanos de México.

Y ahora con mucho gusto trabajamos por renovar las grandes instituciones. El Hospital Juárez de México, que perdimos durante aquel temblor de 1985, en los próximos meses, probablemente en septiembre u octubre, será reinaugurado y formará una parte histórica de lo que la medicina de México ha sido siempre.

Con un hospital ahora moderno, con un hospital de corta estancia, pero además rodeado con la historia de México a través de la iglesia y a través de los monumentos arquitectónicos que están junto a él.

Con un  Hospital General en el que el proyecto de transformación de cada una de sus áreas se está desarrollando, con una unidad de Oncología que muy pronto será una realidad, y otras unidades más para las cuales ya tenemos los proyectos, ya tenemos los recursos y ustedes irán viendo cómo el Hospital General se va a ir transformando en un hospital moderno con todas las instalaciones y todo el equipamiento necesario, ha sido una de las decisiones del Presidente Calderón.

Aparte de lograr la cobertura universal que tendremos el próximo año, el poder dar precisamente esa infraestructura que garantice la atención médica para todos los mexicanos, el poder apoyar también los ingresos de todo el personal de salud con un esfuerzo extraordinario que se ha hecho para la regularización de más de 70 mil trabajadores en todo el país.

El poder garantizar el abasto de medicamentos, a través de negociaciones con los laboratorios, con las empresas para que haya esa responsabilidad social que implica entender lo que significa dar salud a todos los mexicanos.

Por eso el día de hoy debe ser un día de fiesta, un día de fiesta en el que con el ejemplo que hemos aprendido de todos nuestros maestros, que ha sido descrito a través de la historia de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, entendemos muy claro el compromiso que como mexicanos, disfrutando ahora de estos 200 años de libertad, debemos de seguir teniendo, debemos de seguir construyendo un México mejor, un México más justo, más equitativo y más sano, en donde verdaderamente todos podamos vivir mejor.

Muchas gracias y muchas felicidades a la Asociación.

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