Saludo con respeto al doctor Villalpando, quien ha colaborado tanto en esta nueva política alimentaria de nuestro país.

Y también a mi compañera y amiga Martha Kaufer, con quien también desde hace muchos años hemos trabajado a favor de la nutrición en México.

A todos ustedes, maestro Frenk, qué bueno que está con nosotros, maestro Chávez, doctor Rivera Dommarco, gracias por estar aquí a todos ustedes.

Realmente agradezco a la universidad Iberoamericana la invitación que se nos formuló para acompañarlos en esta importante reunióny que mejor espacio para celebrar el Día del Nutriólogo, muchas felicidades a las nutriólogas y nutriólogos de este país.

Profesión que cada día toma mayor importancia en todo el mundo y en nuestro país, por supuesto.

Todos sabemos que el proceso de la nutrición tiene muchas implicaciones en el desarrollo de las personas y a su vez efectos y repercusiones vinculados con elementos económicos, sociales, culturales, psicológicos y por supuesto de la vida misma de las personas y el proceso salud y enfermedad.

Efectos y repercusiones que son ahora más conocidos y reconocidos, los cuales no se limitan a la desnutrición o a estados carenciales como veíamos anteriormente, sino que ahora nos enfrentamos con entidades de malnutrición y sus efectos expresados con el sobrepeso y la obesidad.

En la actualidad estamos registrando un ascenso vertiginoso de las enfermedades crónicas no transmisibles y cambios en los estilos de vida, cambios en el patrón alimentario caracterizado por el consumo acentuado de alimentos poco recomendables asociado a inactividad, a sedentarismo, factores ambos que nos muestran un escenario futuro inmensamente comprometido y que puede incluso deteriorar gravemente a las instituciones de salud, tanto en su capacidad de atención como en los impactos financieros, situaciones poco deseables, pero que nos obligan a tomar cartas en el asunto y a promover políticas públicas que atiendan el problema de manera preventiva y anticipatoria.

Por ello, nos demanda la inclusión determinante de personal calificado en nutrición como un trabajador esencial y principal para atender estos problemas.

Al respecto analicemos algunos datos relevantes. México es la nación con mayor rapidez en el crecimiento de sobrepeso y obesidad, alcanzando ya entre las dos el primer lugar a nivel global, más del 70% de los adultos tienen esta condición, conduciéndonos a un crecimiento acelerado de los padecimientos relacionados como la hipertensión, las enfermedades del corazón, diversos cánceres como el cáncer de colón, cáncer de mama y de manera muy importante la diabetes mellitus del adulto.

México a nivel mundial ocupa el segundo lugar en obesidad en los adultos y el primero en los niños, cuatro y medio millones de niños tienen sobrepeso y obesidad; más de seis millones de adolescentes con este problema y 42 y medio millones de adultos mayores de 20 años.

De 1980 a la fecha, el porcentaje de las personas con sobrepeso y obesidad se ha triplicado y va en aumento en la población infantil.

Para el sector salud el año pasado estimamos que representó más de 42 mil millones de pesos en gastos directos, prácticamente todo el presupuesto anual del Seguro Popular para todo el país.

Y para la sociedad representó en el bolsillo de las familias o las pérdidas de productividad otros 25 mil millones de pesos, pero lo más grave es que se estima que en 10 años más estos costos pueden ser más del doble.

Las instituciones que conformamos el sector salud, estamos ciertas que es necesario fortalecer la participación del nutriólogo en todos los niveles de la atención de la salud e implementar programas que nos permitan otorgar a la población la orientación y la educación nutricia que requiere.

Por ello hemos buscado mecanismos que nos permitan integrar y fortalecer el papel del nutriólogo en los equipos de salud.

El acelerado incremento en la prevalencia de la obesidad en la infancia y en los escolares exige la presencia orientadora y comprometida de estos profesionistas en las instituciones públicas y privadas, desde la enseñanza inicial y la educación básica y secundaria.

Aunque se reconoce que en las primeras edades, las intervenciones pueden brindar un pronóstico prometedor en el descenso del sobrepeso y la obesidad. No debe soslayarse la actuación de este personal en las instituciones de enseñanza media y superior, ya que no menos importante es la atención y la prevención de los padecimientos del comportamiento alimentario, como son la bulimia, la anorexia y el comer compulsivo de los adolescentes y los adultos jóvenes.

Hago aquí un paréntesis para comentarles, que como ustedes saben, hace dos días, ante la presencia del ciudadano Presidente de la República Mexicana, el licenciado Felipe Calderón Hinojosa, se firmó el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, la estrategia contra el sobrepeso y la obesidad.

El acuerdo con amplia convocatoria a todos los órdenes de gobierno, el federal, el estatal y el municipal, a todos los sectores del gobierno involucrado, Economía, Agricultura, Hacienda, Educación, Desarrollo Social, Deportes, Agua, etcétera. A la industria en especial, a la industria alimentaria, al sector social, al educativo, a las academias y a la sociedad misma, para trabajar juntos a fin de detener la epidemia de sobrepeso y obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles.

Se establece una plataforma y un marco de coordinación, donde la Secretaría de Salud, a través de la integración del Consejo Nacional para la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles fortalece su rectoría y las acciones de asesoría, evaluación, seguimiento en materia de prevención y control de las enfermedades crónicas no transmisibles de mayor prevalencia en la población mexicana, así como de sus factores de riesgo.

Será esta instancia, el Consejo, el que recoja los acuerdos y compromisos de todos los actores, a fin de lograr las metas comprometidas como país, participan todos los sectores del ámbito público, social y privado y toda la sociedad en su conjunto.

Hoy además de celebrar el Día del Nutriólogo, motivo por el que los felicito y las felicito nuevamente de manera afectuosa, hemos entregado los reconocimientos al desempeño de personal, dedicado al año de la nutrición del Programa Institucional con impacto nacional que incluyea los nutriólogos a partir de 2009.

En la misma categoría que se encuentran varios premios para los médicos, las enfermeras, hemos incorporado a los nutriólogos como un reconocimiento a su papel fundamental en el equipo de salud.

A través de este programa los nutriólogos se han incorporado a un proceso de evaluación continua del desempeño que les permite identificar áreas de servicios e integrarse a los procesos de mejora de la calidad que se aplica en todo el país.

Estos reconocimientos se han entregado al personal del año de la nutrición que se ha distinguido en las instituciones en las que prestan sus servicios de salud por su profesionalismo, por su eficiencia, por su ética, por la calidad con la que atienden a la población que demandan sus servicios en las unidades.

Estamos muy interesados en continuar impulsando el desarrollo profesional de los nutriólogos en nuestro país, por lo que estamos fortaleciendo la coordinación entre el sector salud y el sectoreducativo en esta área y así facorecer su participación en diversos programas, una mayor cobertura con estos servicios y la apertura de nuevos campos de acción para los nutriólogos mexicanos.

También se ha entregado hoy el premio “Miriam Muñoz de Chávez”2009 a la doctora Teresita González de Cosío por su destacada trayectoria profesional y sus contribuciones a la nutriología de México. Muchas felicidades nuevamente doctora González de Cosío.

Quiero antes de terminar esta participación el reconocimiento a todos los nutriólogos del país, felicito a quienes además han logrado los premios al desempeño 2009, los invito a seguir trabajando por nuestro país, para que alcancemos una mejor cultura por la salud y un México, más justo, más igualitario, en donde todos podamos Vivir Mejor. Muchas gracias.

 

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