|
LA RESPUESTA DE MÉXICO
ANTE EL CONSUMO DE
DROGAS |
2.
PROGRAMA DE PREVENCIÓN Y CONTROL DE ADICCIONES
|
La prevención
es la meta fundamental y más deseable para todas las
enfermedades, pero en el caso de las adicciones
representa un reto complejo, por el número y variedad de
sustancias, sus efectos en los individuos y el contexto
social y legal en que se encuentran.
Las
adicciones son problemas de salud, y así son
consideradas por organismos como la Organización Mundial
de la Salud (OMS), las instituciones académicas y las
asociaciones de profesionales de la salud de todo el
mundo. Como tales, pueden y deben ser prevenidos,
desarrollando además todas las acciones que permitan
disminuir los daños a la salud que puedan ocasionar las
sustancias adictivas.
De este modo,
en el Programa de Prevención y Control de Adicciones de
la SSA, las acciones se dirigen hacia el consumo de las
siguientes sustancias, que representan retos
particulares por los distintos problemas de salud y
sociales que causan, así como por los diferentes grupos
de la población que son afectados.
-
El abuso en
el consumo de bebidas alcohólicas y el
alcoholismo.
-
El
tabaquismo.
-
El uso no
terapéutico de medicamentos psicoactivos, como los
analgésicos, tranquilizantes y sedantes.
-
La
inhalación con fines de intoxicación de ciertos
productos de uso industrial, como tíneres, pegamentos
y otros disolventes.
-
El uso y
abuso de drogas ilegales, que incluye una variedad de
sustancias con diversos grados de peligrosidad, como
la mariguana, la cocaína, los alucinógenos y la
heroína.
-
Las nuevas
drogas sintéticas como metanfetaminas.
-
Las que
aumentan el rendimiento deportivo como los
anabólicos.
Marco conceptual y objetivos
|
El Programa
de Prevención y Control de Adicciones (PPCA) concibe al
abuso de sustancias adictivas como conductas que tienen
efectos negativos en la salud física, psicológica y en
las relaciones interpersonales de los individuos, así
como en la salud pública, resultando en considerables
pérdidas humanas y materiales para México. De este modo,
el Programa es la expresión de la política en salud del
gobierno hacia este problema.
La filosofía
del Programa consiste en promover estilos de vida en los
que se logre restringir o eliminar el uso de estas
sustancias, así como disminuir los efectos negativos que
pueden presentarse en el individuo y la sociedad,
proporcionando a los que ya sufren la adicción la
atención terapéutica y los servicios más apropiados.
Aunque es
irrefutable el papel y la responsabilidad del Sector
Salud frente a este problema, es indispensable la
incorporación coordinada de otros sectores, cuyos
esfuerzos son fundamentales para hacer frente de manera
exitosa a este reto. El marco que proporciona el PPCA
constituye una guía para normar las numerosas acciones
que se deben desarrollar en los ámbitos familiar,
educativo, laboral, comunitario y de la comunicación,
aumentando las posibilidades de contener este problema y
de mejorar la calidad de vida de la
población.
Objetivos
-
Reducir los
índices de uso y abuso de sustancias que causan
adicción.
-
Detectar y
brindar atención oportuna a los adictos.
-
Abatir los
problemas de salud pública relacionados con el
consumo.
Definición
de estrategias
El Programa
de Prevención y Control de Adicciones plantea diversas
estrategias que permiten avanzar en el logro de los
objetivos.
Investigación e Información
La
investigación e información son elementos
imprescindibles para fundamentar la toma de decisiones.
Los estudios biomédicos, clínicos, psicosociales y
epidemiológicos, así como los sistemas de registro y de
vigilancia, permiten: conocer la magnitud,
características, distribución y tendencias del consumo
de drogas; identificar los factores de riesgo y
protectores individuales y sociales; conocer los
problemas asociados, así como estimar la efectividad de
las medidas preventivas y de las acciones
terapéuticas.
La
información permite mantener un monitoreo actualizado de
la dinámica del problema y de las necesidades y recursos
disponibles para el desarrollo de las acciones
requeridas.
Dentro de
esta estrategia, una línea de acción de la mayor
importancia es la de difusión oportuna de la información
tanto entre la población general como entre los que
toman decisiones, los responsables de programas, los
educadores y los comunicadores.
Prevención
La prevención
es una estrategia prioritaria dentro de las políticas de
salud y su propósito es comunicar mensajes y desarrollar
acciones que no sólo provean de conocimientos objetivos
y adecuados acerca de las drogas y los efectos de su
consumo, sino que faciliten el desarrollo de actitudes y
conductas que tiendan hacia la salud, generando estilos
de vida saludables. Las poblaciones prioritarias para la
prevención de adicciones son los niños y jóvenes, que
están en mayor riesgo de iniciar el consumo.
Para lograr
resultados favorables y modificar las tendencias
observadas en los últimos años, la prevención debe ser
coherente en los distintos ámbitos, como el familiar y
comunitario, el escolar y laboral en un ejercicio
dinámico y permanente de participación constante,
coordinada y evaluada. Aunque la meta de la prevención
es desalentar el inicio en el uso de drogas, también
incluye acciones que se dirigen a detectar en forma
temprana el uso, abuso y adicción, así como ciertas
intervenciones que pretenden disminuir los daños a la
salud relacionados con el consumo.
La eficacia
de la acción preventiva no sólo depende de la definición
de objetivos alcanzables, y de la población a la que se
dirige y su realidad sociocultural, sino también de la
coherencia, integración y coordinación entre las
actividades desarrolladas. De no cumplir con estos
requisitos, se desorienta a la población, además de
duplicarse y desperdiciarse esfuerzos.
Esta
estrategia incluye la sensibilización y comunicación
educativa cuya meta es promover y facilitar la toma de
conciencia de la población en general y de grupos
específicos sobre el problema de las drogas, así como
favorecer su participación en acciones de prevención.
Los medios masivos –televisión, radio y prensa– juegan
un papel importante tanto en la transmisión y manejo de
noticias sobre el tema como en la difusión de mensajes a
la opinión pública, influyendo en su percepción sobre
este fenómeno.
Tratamiento y
rehabilitación
A través de
esta estrategia se busca desarrollar acciones que
permitan contar con los suficientes recursos y
modalidades terapéuticas que demuestren ser las más
adecuadas para las necesidades individuales y sociales
de los que abusan de las drogas, siempre con respeto a
los derechos y la integridad humana.
Incluye una
amplia gama de líneas de acción, como la detección y
canalización temprana de los casos de abuso en el
consumo; la atención de los trastornos físicos y
psicológicos asociados al uso de sustancias; los
diversos abordajes terapéuticos hacia el adicto y su
familia, la desintoxicación y manejo médico de los
síndromes de supresión, así como las medidas de apoyo al
proceso de abandono de uso drogas, de prevención de
recaídas y de inserción social para lograr un estilo de
vida positivo para el individuo en su entorno. Se
pretende, asimismo, que la cobertura y accesibilidad de
los servicios sean las convenientes y que se cuente con
mecanismos de referencia y evaluación.
Normatividad
Esta
estrategia, en un sentido amplio se refiere al
desarrollo de mecanismos que garanticen criterios
mínimos para operar programas de capacitación,
prevención tratamiento y comunicación educativa y
social, así como del registro y vigilancia
epidemiológica del problema en el país. La normatividad
incluye el conjunto de regulaciones, lineamientos
teóricos y técnicos, además de recomendaciones para la
acción, dirigidos a garantizar que las intervenciones
sean adecuadas con miras al beneficio de la población y
de acuerdo al marco legal general del país. Incluye la
protesta de medidas que incidan sobre aspectos como la
disponibilidad, promoción, venta y consumo de ciertas
sustancias, así como regular la atención y el
tratamiento de los adictos.
Capacitación
Para la
adecuada aplicación de la normatividad en el eficaz
desarrollo de acciones de investigación, prevención y
tratamiento, se requiere de recursos humanos
suficientemente preparados. La difusión de conocimientos
científicos y actualizados debe fundamentar la promoción
del desarrollo profesional en el campo de las
adicciones. En estas acciones se deben incluir también a
los grupos voluntarios de la comunidad para que lleven a
cabo sus tareas en materia de adicciones con mayor
eficacia.
|